Vocaciones, ciencias humanísticas, mundo académico...
Dije que no volvería a hacer pornografía emocional, pero siempre recaigo en mis vicios. Qué le vamos a hacer. Mi siguiente declaración im-pública es que sufro, ya sin duda, una crisis de vocación. Cada mañana me pregunto si me sigue gustando lo que hago. No descarto la posibilidad de que se deba a las barreras que me impone el sistema académico, a mí, alérgico a los sistemas. Tampoco descarto en convertir este blog en un blog de autoayuda como han estado a punto de hacer en labroma, que no deja de ser un blog sobre periodismo y demás obscenas manipulaciones de la realidad (entre las que la Historia no deja de ser una de las más importantes, cuidado). La idea ha sido descartada porque mi insolidaridad manifiesta me impide incluso autoayudarme. En todo caso no os sorprendais si algún día esto pasa a llamarse "El diario de Miguel Jones". En defintiva, vivimos en un mundo barroquizante en su decadencia. Un mundo agotado en sus formas y recursos e inmerso en una clara situación de anomia social, tan propia de mundos como este en el que probablemente estén chocando dos épocas. Un mundo, este nuestro Occidente, en el que cebados de opulencia no logramos ver con claridad un lugar para nosotros mismos. Una fina ironía de la Historia, sin duda. Por eso siempre he considerado que ahora, más que hace unos años, las ciencias humanísticas son necesarias, poco ayudan a hacer felices a las personas, pero al menos pueden hacerles creer que lo son o iluminar nuevas vías a las generaciones venideras. Solemos olvidar nuestra pregunta fundacional, esa que une a todas las disciplinas desde la lingüística hasta la geografía humana. ¿Qué es el ser humano?. ¿Qué lo define, lo motiva, cómo crea, por qué crea, para qué es, en definitva, el ser humano? Perdemos de vista nuestro objetivo y nos perdemos a nosotros mismos, no sólo como historiadores, filólogos o filósofos, sino como individuos. Inventamos sistemas, crueles torturadores de mentes libres, escelentes generadores y promotores de mentes mediocres. Se convierte la universidad en un mero trámite burocrático donde se te dice lo que tienes que leer, lo que tienes que aprender y qué y cómo tienes que escribirlo, investigarlo, después se juzga cómo has aprendido sus preceptos y se reparten los despachos. No, no se crean mentes activas, mentes críticas, automotivadas, autoencaminadas, no se crea excelencia, sólo la agotada y repetitiva recitación de lo mismo,un mundo intelectualmente agotado necesita de mediocres para sobrevivir. Por eso me pregunto por qué no he triunfado ya. Finalizando, contradictoriamente tengo una nueva avidez de saber, pero d eotro saber, de otro camino de aprendizaje, no del saber enlatado y maquillado que se empeñan en darme. Y quizá me empeñe en el cupar al sistema, a la época, al mundo, a los mediocres, quizá mi error, nuestro error, esté en no empezar a admitir que la culpa es nuestra y sólo nuestra, si es que es de alguien. Se admiten propuestas.
2 comentarios
Miguel -
Un saludo. Y nuevamente gracias.
Lena -