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Quién me mandó venir aquí

Y todo pasa

Odio la pornografía sentimental, la odio profunadmente me da nauseas.Pero también me odio a mí mismo y me soporto. Me pregunto que queda en los momentos en los que todo cae, qué es lo que importa entonces. Esta pregunta me ha surgido mientras veía la pelicula que para mí hasta hace poco se llamaba "La Chute", antes de ser encerrado en esta prisión de la geografía y de mí mismo, sobre todo de mí mismo. Por estos lares la llaman "El Hundimiento". Aquel que sólo ve decadencia a su alrededor, seres que caminan hacia una irreemediable destrucción, de alguna forma u otra, quizá sólo tenga la opción de cabalgar a la cabeza, pero eso no deja de ser uan estupidez para el que cree que nadie elige su propio destino. Todo retumba en el absurdo cuando remarcas (disculpen el galicismo)la mirada impasible del que nada busca y nada quiere esperar, de aquel que poca importancia se da...como decía aquel, o más bien aquella que tiene una parte de mi corazón pero que jamás tendrá una carta mía, "je m'en fou". Qué asco me doy y que poco me importa.

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